Seguimos hablando de mail marketing, y si en nuestro post anterior te aconsejábamos sobre la mejor manera de asegurar que tus mails llegasen a sus receptores, hoy hablaremos de un elemento esencial dentro del mail marketing: la newsletter. A diferencia del mailing comercial, en el que se bombardea a una base de datos con comunicación comercial, la newsletter es un mail que se envía a tus propios subscriptores, clientes o no, que en su momento accedieron a recibir tus comunicaciones. Por supuesto que el objetivo de una newsletter no es saber qué tal les va la vida a tus queridos subscriptores, sino conseguir que te compren.
Pero aunque el objetivo final sea el mismo que el del mailing comercial, la newsletter sigue sus propias reglas de juego y tienes que tener en cuenta muchos elementos para conseguir que esta comunicación sea exitosa. Pero tranquilo, no te estreses, porque desde Labelgrup vamos a darte unos estupendos tips que te ayudarán a lograrlo
Para que tus subscriptores esperan con ansia tus mails hay 3 aspectos a tener en cuenta: el diseño, la segmentación y el contenido. Vamos con cada uno de ellos.
La imagen es un elemento clave en comunicación y más cuando el emisor y el receptor no están frente a frente. Por eso tu newsletter tiene que “rezumar” identidad corporativa por cada pixel de su piel, es decir, usa los colores corporativos de tu marca, destaca tu logo y utiliza siempre la misma estructura. De esta forma tus subscriptores te reconocerán fácilmente y asociarán la newsletter con tu marca de un rápido vistazo. Por supuesto asegúrate de que la plantilla sea responsive y se adapte a la perfección a dispositivos móviles. Por último sigue la máxima de que “una imagen vale más que mil palabras” y dale a tu newsletter más efectividad visual sustituyendo siempre que puedas texto por imágenes. Recuerda que a nadie le apetece encontrarse con la “Biblia” cuando abre un mail…
Es fundamental que entiendas que una newsletter será más o menos exitosa en función de su grado de personalización. Es decir si tu subscriptor encuentra que ese mail no está dirigido personalmente a él o que no contiene información interesante, comenzará a dejar de leer tus correos y terminará por anular su subscripción o aún peor, te marcará como SPAM.
Para evitar que esto pase y conseguir establecer una comunicación realmente efectiva, necesitas que cada mail contenga información valiosa para cada suscriptor en función de sus intereses o del momento en el que se encuentre. Es decir si tienes un tienda online de complementos y sabes que un cliente está especialmente interesado en bolsos y otro en zapatos, deberías adaptar la newsletter para que cada uno de ellos reciba información del producto que más pueda interesarle. Por otro lado el tipo de newsletter que debe recibir un usuario que acaba de suscribirse, debe ser totalmente diferente a la de otro subscriptor que ya es un cliente habitual. Ya sabemos lo que estás pensando: Si tengo una lista con 600 subscriptores, ¿¡significa eso que voy a tener que redactar 600 mails personalizados!? Por supuesto que no, afortunadamente para ti ya existen herramientas de email marketing que te permiten crear plantillas personalizables y capaces de programarse para realizar envíos de forma automática. ¡Viva la tecnología!
Efectivamente, porque ninguno de los pasos anteriores será efectivo si no te centras en crear un contenido de calidad. Con esto nos referimos a que el contenido de tu newsletter debe aportar información útil e interesante para tus subscritores, de manera que estos estén siempre dispuestos a leer tus mails, pues saben que obtendrán trucos, ofertas personalizadas, datos curiosos… en definitiva saben que encontrarán algo valioso. Dentro del contenido hay varios elementos que debes trabajar para incrementar las posibilidades de apertura de tu mail:
Como te explicábamos en nuestro anterior post, el asunto de un mail es muy importante porque de él depende en gran medida que tu newsletter sea abierta o no. Por eso debes esforzarte en ser original y crear un asunto novedoso que capte la atención e incite a seguir leyendo.
Por CTA entendemos las “llamadas a la acción” o enlaces en los que queremos que nuestros subscriptores hagan clic y que en definitiva son el objetivo último de la newsletter. Porque no te engañes, si tu cliente se ha leído de cabo a rabo tu mail pero al final no ha hecho clic en el enlace que descarga tus nuevos productos, entonces tus oportunidades de venta caen en picado. Para evitar esto, lo mejor que puedes hacer es crear CTA originales y llamativas, a modo de botón o con iconos. Además índica claramente qué esperas que haga el usuario o qué obtendrá a cambio (“haz clic aquí, “descarga nuestro catálogo”, “ver vídeo”). Lo ideal es que pruebes con varias versiones de CTA y después compruebes su CTR (el ratio de clics) para ver qué modelo es más efectivo.
A modo de posdata aprovecha para recordarle a tu subscriptor la información más importante o qué es lo que deseas que haga (“Te recordamos que tenemos una oferta especial para ti, ¡sigue este enlace!”). Puede ser que el usuario se haya distraído entre la montaña de información y no haya captado el mensaje subliminal que tratábamos de enviarle, por lo que no dudes en recordárselo en el renglón final.
Y hasta aquí nuestro post de hoy, esperamos que os haya resultado productivo. Y si tenéis alguna duda, podéis contactarnos sin problema a nuestra dirección mail. ¡Estaremos encantados de atenderos!